Más de mil años de memoria viva, es un proyecto propio de The Natural Vision.
En el 2017 nos enteramos de la existencia de las zonas azules.
Cinco lugares en el mundo donde sus pobladores alcanzan una gran longevidad acompañada de una extraordinaria lucidez: Cerdeña en Italia, la isla de Okinawa en Japón, Loma Linda en California, la isla de Icaria en Grecia, y  la península de Nicoya en Costa Rica.
Ese año nos acercamos a esa zona azul para realizar un video sobre esta comunidad.
Así tuvimos la oportunidad de conocer a Dan Breuner, periodista estadounidense que dio conocer el concepto de zonas azules hacia el año 2004, y a Jorge Vindas, costarricense quien fue su asistente en la investigación de campo.
Para nosotros, más allá de la curiosidad científica sobre los factores que intervienen en la longevidad, nos interesó el tesoro de memoria e historia que estas personas representan.
A lo largo del siglo XX se cuestionó varias veces la forma de entender la historia.
Estamos acostumbrados a pensar en ella como una serie de fechas, personajes que hicieron tal o cual cosa, pero lo cierto es que esas cosas son como la espuma visible de las aguas, y existen corrientes, mareas, que nos pasan desapercibidas, que forman parte de la historia anónima, que es la que está detrás del espíritu de un tiempo.
Hablando con las personas centenarias, nos encontramos con relatos de esa historia que no forma parte de los libros de texto, pero que nos permiten encontrarnos en el presente.
Estos adultos mayores extraordinariamente lúcidos, nos arrojan luz sobre la construcción de nuestra identidad en el siglo XX y sobre quiénes queremos ser de cara al bicentenario de nuestro país.
Son los bisabuelos de todos nosotros, y conservan no solo la propia memoria, si no una actitud hacia la vida sobre la que vale la pena detenerse.
A todos nos seduce la idea de vivir muchos años, pero olvidamos el valor de simplemente vivir felices.
Nuestra primera idea cuando nos acercamos a estas personas centenarias era retratarlos y entrevistarlos para eventualmente editar un libro.
Rápidamente descubrimos que más allá del tesoro de la memoria, se trata de lo que sus recuerdos nos pueden aportar en el presente, e incluso cuestionar las prioridades por las que vivimos.
Los centenarios, adultos mayores de más de cien años, no están aislados, conviven de forma constante con sus familias, han mantenido círculos de amigos a lo largo de su vida y procuran mantenerse en contacto entre ellos.
En general el estilo de vida de las zonas azules es simplemente más relajado, más basado en vivir el día a día y compartir en comunidad.
Nosotros comenzamos este proyecto con la idea de recuperar anécdotas, historias y rostros de los centenarios de Nicoya.
Luego vino Luciano, nuestro primer hijo, y con él nos dimos cuenta que nos gustaría que pudiera vivir en un lugar donde la gente conecte entre sí, que aprenda a apreciar el valor de las cosas sencillas, valores que nosotros mismos hemos redescubierto hablando con los centenarios
Creemos en rescatar esta forma de vivir, que las generaciones del futuro tienen derecho a conocer de dónde vienen para decidir a dónde quieren ir.

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