“Creo en el poder del relato, en las construcciones simbólicas que intervienen activamente en nuestra interpretación de la realidad.
Por eso soy fotógrafo, para colaborar en la construcción de la memoria de nuestro tiempo, y de nuestro lugar en la historia.”
JP Monge
Prólogo
Esta es una transcripción de una entrevista realizada para Fish Eye México, como parte del contenido de las publicaciones del fotógrafo de la semana.
Este formato pretende ser un medio para facilitar el acceso al texto e imágenes, y fomentar la conversación alrededor de la imagen y sus creadores en el contexto actual.
Aquí puedes descargarlo en .PDF
Esperamos que lo disfruten.
Entrevista
¿Qué es para ti la fotografía?
Considero la fotografía un sistema de códigos semánticos convergentes.
Quiero decir: la fotografía puede ser evidencia científica, relato subjetivo, construcción creativa, y muchas otras cosas, que incluso pueden darse simultáneamente.
Visto de esta forma, la ambigüedad es una de las cualidades más interesantes de la fotografía, y en la que encuentro un medio expresivo que se ajusta a las historias y temas que me interesa articular.
¿Cómo definirías tu forma de hacer fotografía?
Para mí la fotografía es un acto narrativo.
Hago fotografías para contar historias, no necesariamente lineales, no necesariamente reales o imaginadas, amo las zonas grises entre las definiciones, por eso me gusta articular mi fotografía con otros elementos.

Esperando el combate. 2017, Río San Juan, Nicaragua. Esperando el combate es una serie sobre boxeadores antes de subir al cuadrilátero.

Una imagen de esta serie fue premiada como ganadora absoluta de Expo Foto Costa Rica 2019. Curiosamente la foto ganadora no me gusta tanto como esta. Creo que la decisión del jurado estuvo motivada por una lectura política que no era parte de mi intención original.

¿En qué te inspiras al crear una imagen fotográfica?
Por lo general las ideas me vienen de experiencias cotidianas.  Cuando escucho noticias, datos que me resultan curiosos, vivo recogiendo datos interesantes, a veces logro conectarlos con cosas que me parece importante comunicar, y con estéticas que me gustaría explorar. Me encanta tomar recursos e ideas de diferentes fuentes, aunque no parezcan guardar relación entre sí. A veces hago imágenes tratando que se “escuchen” como una música determinada.
¿Qué piensas de la frase “destruir para reconstruir en el arte”?
La palabra destruir tiene una carga muy pesada. Implica eliminar o desaparecer algo. Soy más de la idea de deconstruir. Desarmar en piezas y volver a ensamblar algo diferente.
No creo que se pueda crear de la nada, nuestro trabajo es parte de una larga conversación que la humanidad mantiene consigo misma. Articulamos nuevas frases  haciendo referencia a cosas que se han dicho antes.

Muerte de un Miliciano. 2023, Santa Rosa, Guanacaste, Costa Rica.

Imagen del libro El corazón del huracán, a publicarse en 2026.

Un ejercicio de apropiación de una imagen icónica de un fotógrafo no menos icónico.

¿Qué nos puedes decir del uso de lo vívido como recurso creativo?
Creo que el abordaje más honesto de cualquier tema pasa por la experiencia personal. Solo soy capaz de afirmar con certeza lo que yo percibo y siento. Creo que la vivencia individual, empezando por el propio cuerpo, se amplifica en emociones e ideas que conectan con la experiencia colectiva.
¿Qué opinas del uso de la fotografía para recordar, como artefacto de la memoria, como testigo de la historia y como reflejo de lo que somos?
La fotografía es un objeto cultural confuso. Por una parte tiene esta propiedad de indicio o prueba. Sabemos que las cosas deben existir para poder ser capturadas por el dispositivo fotográfico, así que hemos incorporado en nuestras certezas que la imagen técnica registra la verdad. No nos detenemos a cuestionar la naturaleza de la “existencia” revelada por la cámara. Hay imágenes que no existen más que en nuestras fantasías, que se manifiestan a través de la técnica fotográfica, hoy potenciada más aun por los medios de creación digital. Estas imágenes no son menos reales en un sentido amplio, aunque no sean verdad, y son a su vez un artefactos de la memoria y registro histórico, en cuanto hablan de como construimos nuestros relatos visuales, y como queremos ser recordados.
Parafraseando al maestro Francisco Mata, al final lo que queda fuera del cuadro es tan importante como lo se elige registrar.
El Arca de Babel. 2021, Puntarenas, Costa Rica.  Imágenes del libro El arca de Babel (2023 Editorial UNED). Registro documental de la construcción del velero cero emisiones Ceiba, en la costa pacífica de Costa Rica.
El Arca de Babel. 2021, Puntarenas, Costa Rica. Imágenes del libro El arca de Babel (2023 Editorial UNED). Registro documental de la construcción del velero cero emisiones Ceiba, en la costa pacífica de Costa Rica.
El Arca de Babel. 2021, Puntarenas, Costa Rica.  Imágenes del libro El arca de Babel (2023 Editorial UNED). Registro documental de la construcción del velero cero emisiones Ceiba, en la costa pacífica de Costa Rica.
El Arca de Babel. 2021, Puntarenas, Costa Rica. Imágenes del libro El arca de Babel (2023 Editorial UNED). Registro documental de la construcción del velero cero emisiones Ceiba, en la costa pacífica de Costa Rica.
El Arca de Babel. 2021, Puntarenas, Costa Rica.
Imágenes del libro El arca de Babel (2023 Editorial UNED). Registro documental de la construcción del velero cero emisiones Ceiba, en la costa pacífica de Costa Rica.

El sonido de la tormenta. 2023, Isla del Sol, Bolivia.

No soy de fotografías individuales, pero la fuerza de esta tormenta vista desde el interior de Lago Titicaca me estremeció.

¿Cuál es tu visión a futuro de la fotografía como creador?
A la gente le gusta referirse a la fotografía como una herramienta. Yo la pienso como un sistema complejo de herramientas, donde encuentras el registro químico, el registro electrónico, la posibilidad de recrear mediante el procesamiento digital, y otras muchas opciones e hibridaciones.
Este sistema puede comprenderse como lo que Flusser llama la imagen técnica, y su verdadera innovación tiene que ver con nuestra forma de comprender el tiempo, y por lo tanto articular nuestros relatos.
Veo con mucho entusiasmo el futuro, creo que los que claman por el “fin de la fotografía”, no han comprendido que la fotografía es un objeto cultural en plena evolución, no algo ya hecho o finalizado. Los posibles destinos de este desarrollo me resultan profundamente estimulantes.

Rituales Profanos. 2016, Islas de Solentiname, Lago Cocibolca, Nicaragua.

Rituales profanos es una serie constituida por imágenes de esculturas efímeras hechas con mi propio cuerpo. La serie respondió a una necesidad de catarsis en un momento de cambio y ruptura personal.

¿Cómo ha sido para ti el abordaje en la práctica fotográfica al tratar temas donde expones tus preocupaciones y sentimientos de una manera muy cercana al espectador?
Duro.
En principio la fotografía resulta un medio muy confortable de creación, donde no te ves necesariamente obligado a exponerte. Es posible hacer una carrera fotográfica sin hablar de tus preocupaciones.
Cuando decides hacerlo dejas un lugar seguro.
Mi padre me lo comentó el día de mi primera exposición, aunque mis imágenes fueran potentes, él echaba de menos la referencia a la vivencia personal. Me lo decía porque era algo que yo ya hacía a la hora de escribir, pero me tomó al menos diez años empezar a hacerlo en mi fotografía.
Para algunos resulta mucho más fácil, es algo que envidio, pero lo cierto es que el ritmo de tu propio proceso también da forma a tu voz individual.

Largo camino a casa. 2024, Guancaste, Costa Rica.

Extracto de libro El corazón del huracán, a publicarse en 2026.

Procesión profana. 2019, Barva de Heredia, Costa Rica.

Registro documental de los tradicionales “payasos”  de Barva.

Ausencias. 2023, Heredia, Costa Rica.

Interpretación visual del cuento “El recado” de Elena Poniatowska, realizado en el marco del taller de Proceso creativo, impartido por Claude Bussac en Zona Zero México.

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